Perforar un pozo profundo no es solo hacer un hoyo y esperar que salga agua. Es una obra de ingeniería que necesita precisión. Aquí te compartimos los errores más frecuentes que vemos en campo… y cómo evitarlos.
1. No hacer un estudio geofísico previo
Sin conocer el subsuelo, estás perforando a ciegas. El sondeo eléctrico vertical identifica los puntos con mayor potencial hídrico.
2. No tener permisos de CONAGUA
Perforar sin autorización puede resultar en sanciones y clausuras. Siempre valida si tu terreno requiere concesión o reposición de pozo.
3. Usar el equipo incorrecto
Si perforas con pulseta donde se necesita rotaria, o viceversa, puedes perder tiempo y dinero. En Paesa usamos maquinaria especializada según profundidad, tipo de suelo y volumen requerido.
4. No considerar el volumen futuro
Un error común es diseñar solo para lo que se necesita hoy. Siempre proyecta el pozo para el crecimiento de tu producción o demanda.
5. No integrar bien el sistema de extracción
Un pozo mal equipado desperdicia agua, energía y recursos. El diseño debe incluir bomba, tablero y subestación eléctrica adecuados.